lunes, enero 16, 2006

La cabeza de la tenista.

Mons. Bélgica.
El pasado 5 de Enero se denunció a la policía local la desaparición del busto de Martina Navratilova que adornaba una de las plazas centrales de la ciudad de Mons. Plaza en la que confluyen dos avenidas peatonales muy transitadas en las que se concentra gran número de establecimientos comerciales.
La desaparición del busto, colocado sobre un pedestal de mármol en el centro de la plaza, concitó la curiosidad de numerosos ciudadanos que acudieron a comprobar que efectivamente el busto ya no estaba.
“¿Quién puede haberlo hecho?” era la pregunta que se hacían la mayoría de los congregados alrededor del pedestal descabezado, mientras otros encendían velas y las dejaban en el lugar donde días atrás continuaba la cabeza de la tenista.
Al día siguiente, en el pleno municipal, las formaciones de la oposición pidieron informes al consistorio al salir publicado en la prensa que el busto en cuestión no estaba fijado al pedestal ni con tornillos, ni con cemento.
El Concejal de Plazas y Parques, así como otros responsables directos, no pudieron mas que reconocer que un 60 % de los bustos de la ciudad no estaban sujetos por ningún sistema a sus respectivos pedestales.
El líder de la oposición municipal, pidió el cese o dimisión de los responsables.
La polémica subió de tono y calado cuando el partido de la oposición en bloque, utilizó la imagen de los bustos no atornillados para criticar la política del gobierno municipal, argumentando que no eran las únicas cosas que se dejaban sueltas en el ayuntamiento.
Otro informe posterior del Concejal de Plazas y Parques, firmado por un catedrático de física de la Universidad de Mons, afirmaba que el peso del busto era suficiente para mantenerlo fijo y estable en su lugar, y que “... la cantidad de Kilopondios de fuerza a aplicar para llevarse una figura de masa tal, sólo hacían que demostrar una intencionalidad delictiva.”
Muestra de que la polémica había trascendido del consistorio, y que la ciudadanía había tomado partido por una u otra postura, fue lo ocurrido en el gimnasio al que el líder de la oposición acude diariamente a nadar. Mientras el político estaba en la piscina, alguien entró en el vestuario donde había dejado la ropa y untó la suela de los zapatos con cola de impacto extra-fuerte y los fijó al suelo con fuerza.
Gobierno y oposición condenaron el hecho.
Mientras tanto, las investigaciones policiales comenzaban a dar frutos. Las cámaras de seguridad de un centro comercial cercano al busto robado, ofrecieron imágenes que llevaron la investigación hacia el domicilio de un chico 19 años que vivía con sus padres en las afueras de la ciudad.
El gamberro no tardó en confesar su culpabilidad y que con ayuda de un amigo, aún no identificado, enterraron el busto de la tenista en el jardín delantero de la casa de una anciana de 81 años al final de la calle.
La policía se dirigió hacia el domicilio de la anciana, y ésta, al ver que las fuerzas del orden llamaban a su puerta, decidió, aún no se sabe por qué, escapar saliendo por la ventana del segundo piso y deslizarse por la cañería exterior de uno de los laterales de la casa, con la mala suerte de caer desde una altura de unos cinco metros.
La mujer que se recupera en el hospital se ha negado a hacer declaraciones.
El busto ha vuelto a su lugar en la céntrica plaza de Mons y el consistorio ha decidido en el último pleno, atornillar todos los bustos de la ciudad.