martes, febrero 07, 2006

Lisa y Mick

Romulus, Michigan, Estados Unidos
Lisa y Mick dos chimpancés que hacen de sujetos experimentales en un estudio científico sobre la toma de decisiones en el centro de investigaciones neuropsicológicas de Romulus en Michigan, bloquearon las puertas a dicho centro e impidieron la entrada en la mañana de ayer.
Eran las 8, cuando el doctor Theodor Constantinous y su ayudante llegaron al centro. Con extrañeza advirtieron que las puertas del centro estaban bloqueadas desde el interior, y con asombro y preocupación, a través de los cristales vieron como el vigilante, amordazado y atado a su silla, yacía inconsciente.
En un primer momento reaccionaron con estupor al ver el rostro del vigilante cubierto de sangre, y que algo que interpretaron, debía ser masa encefálica, le caía por el rostro desde la parte superior del cráneo. Tras un análisis más acertado llegaron a la conclusión de que le habían pintado la cara con pintalabios y le habían puesto un helado de crema en la cabeza, que se iba derritiendo poco a poco. Tras aceptar esa, como la opción más plausible parece ser que la ayudante expresó su temor al doctor de que hubiesen sido “ellos”, el doctor Constantinous, a su pesar, tuvo que estar de acuerdo con la hipótesis.
No era la primera vez que Lisa y Mick, los chimpancés con los que el doctor trabaja, le buscan complicaciones. Hace un año le robaron la tarjeta de crédito de su cartera y compraron por internet catorce pijamas de colores.
Cuando llegaron el resto de investigadores del centro empezaron los reproches al doctor Constantinous al ver que no podían entrar.
En declaraciones a este corresponsal, el doctor Pengelbauer, que estudia el pensamiento asociativo en perros, afirmó que un amplio grupo de investigadores del centro estaban dispuestos a firmar una petición de traslado para los chimpancés. “Me gusta echarme un rato después de comer en el sillón de mi despacho” declaró el doctor Pengelbauer, “pero desde que sé que ellos lo saben, no puedo pegar ojo”. Otros investigadores, mas comprensivos, afirman que el comportamiento de los dos primates es una muestra del avance en el trabajo de Constantinous. A eso, el doctor Pengelbauer responde que, aunque él no lo cree así, se sospecha que no se realiza ya ningún estudio con ellos, por la imposibilidad de dirigirles ningún orden ni rutina experimental, y “lo único que hacen es ver la televisión”. Constantinous niega esa afirmación, aunque reconoce que a veces es muy complicado hacer que los monos realicen las tareas que se les impone.
Pengelbauer, que hace un mes tuvo que cambiar el motor de su coche porque le habían metido azúcar en el depósito, sospecha abiertamente de los dos chimpancés. “Tengo ganas de encontrármelos cara a cara, pero se esconden” declaró el doctor Pengelbauer irritado a este corresponsal.
A las puertas del centro se hizo una improvisada asamblea en la que decidió avisar a los bomberos para que desbloqueasen la entrada, mientras tanto los chimpancés, vestidos con batas blancas los observaban desde el interior.
Para cuando los bomberos llegaron al centro, los dos chimpancés habían desaparecido. Se abrieron de nuevo las puertas y se cercioraron primero que el vigilante no sufría daño alguno, para después buscar a los dos monos. Ni rastro de ellos. No se les encontró. Se cree que escaparon del centro a través del respiradero del aire acondicionado del edificio que da a la parte de atrás. Lo cierto es que el doctor Constantinous, afectado emocionalmente, confirmó la desaparición de Lisa y Mick. “Espero que no les pase nada, tengo miedo que les atropellen o tengan problemas con la justicia”.
Aquella misma tarde, a las afueras de Detroit, un tren de mercancías descarriló sin provocar afortunadamente heridos ni graves destrozos. El doctor Pengelbauer no duda que los chimpancés han tenido algo que ver, aunque resulta una afirmación algo excesiva, y pocos al principio la podían dar por buena, lo cierto es que la policía interrogó en las últimas horas de ayer al doctor Constantinous ya que se encontró su bata en la cabina del maquinista del tren.
En estos momentos se está desplegando una operación de búsqueda por parte de la policía para encontrar a Lisa y Mick, y saber si ellos fueron los responsables.