domingo, enero 29, 2006

Amenaza en los grandes almacenes.

Burlington, Vermont. Estados Unidos.
El pasado día 26, la policía de Burlington, al noreste de los Estados Unidos, recibió una llamada procedente de unos grandes almacenes situados a las afueras de la ciudad. Al parecer un hombre mantenía secuestradas a dos dependientas de la perfumería del centro comercial en los lavabos.
Los testigos que vieron al hombre, afirmaban que iba vestido de negro, muy elegante, otros afirmaban que llevaba “smoking”. Todos estaban de acuerdo en que era un hombre de porte distinguido y misterioso, incluso alguien creyó ver que vestía una capa.
La policía pidió refuerzos a los grupos especiales de intervención del FBI que trazaron un plan coordinado para reducir al secuestrador y liberar a los rehenes.
Dos helicópteros, uno de la policía y otro de una televisión sobrevolaban la zona. El parking del centro comercial se llenó de periodistas y curiosos. La policía había evacuado el centro comercial y cerrado sus puertas. El cuerpo de artificieros estaban preparados por si fuese necesaria su intervención. El presidente de los Estados Unidos estaba en contacto permanente a través del teléfono con las fuerzas especiales en el centro comercial.
Nadie sabía exactamente quién y por qué mantenía secuestradas a dos vendedoras en los lavabos.
Un experto en negociaciones de la policía, tras recibir las indicaciones del responsable del dispositivo policial, se encaminó hacia la puerta de los lavabos. Los policías, parapetados tras las columnas observaban atentos al negociador y apuntaban a la puerta con sus armas por si fuese necesario. El negociador se disponía a llamar a la puerta cuando ésta se abrió. Una de las vendedoras retenidas, sin atender al negociador que se había encontrado delante, comenzó a andar lentamente, y en línea recta hacia los policías, con la mirada perdida en el horizonte y apuntándose en la sien con un revolver.
Los policías contemplaron atónitos como la chica se acercaba con la pistola en la cabeza. ¡Alto!, gritó un policía, y la chica se detuvo. Tras unos instantes que se hicieron eternos, con un tono uniforme y sin vida dijo: “El Gran Martinetti quiere diez millones de dólares en billetes del Monopoly, si no ordenará telepáticamente que me dispare aquí mismo, delante de ustedes.”
Los medios de comunicación se hicieron eco de la extraña demanda. Algunos pensaron que era una broma, otros que no debían subestimar el poder hipnótico que mantenía a la dependienta en trance, apuntándose con una pistola.
La prensa descubrió que aquel inquietante nombre, “El Gran Martinetti”, cómo era de esperar, correspondía a un artista de circo, que tras un divorcio traumático, cayó en desgracia y se dedicó a utilizar sus poderes mentales de forma malintencionada. Un deseo malvado y perverso le movía, a fe de los testimonios de algunos amigos y conocidos que fueron entrevistados en televisión. Su antiguo agente declaró que Martinetti, con sus poderes mentales, le obligo a ocultar a hacienda 200.000 dólares. El agente acabó en la cárcel, y ni el juez ni su propio abogado le tomaron en serio cuando éste afirmaba haber sido hipnotizado.
El fisioterapeuta de la policía estimó que una chica de unos 62 kilos, que era lo que parecía pesar la dependienta, podría mantener no más de una hora y media una pistola de 3 kilos en la mano, atendiendo al ángulo del brazo. Se contempló la posibilidad de esperar el tiempo estimado hasta que el cansancio hiciese caer el brazo de la chica y aprovechar al fin para quitarle el arma. Tras ser consultado el psicólogo de la policía, éste desaconsejó esa opción ya que, según declaró, una persona hipnotizada era capaz de andar sobre brasas durante más de 3 horas.
Mientras se discutía la mejor estrategia a seguir, la puerta del lavabo se volvió a abrir y de ella salió el negociador de la policía, que todos los presentes habían perdido de vista, pero que ahora salía y andaba lentamente, con la misma mirada perdida y también con una pistola en la cabeza. Al llegar frente a la policía, se detuvo y de modo mecánico dijo: “Si la ex mujer del Gran Martinetti no se come un excremento de perro en directo frente a las cámaras de televisión, ordenará telepáticamente que me dispare aquí mismo, delante de ustedes.”
La cosa se complicaba. Mandaron traer a los más expertos mentalistas del país, para que con sus poderes se pudiese liberar a los rehenes. Fue imposible. Uno de ellos, que había conocido personalmente a Martinetti, declaró: “Es imposible, es una bestia del mentalismo.”
Se comenzó a contar y llenar bolsas con billetes del Monopoly; a su vez, el psicólogo de la policía fue el encargado de intentar convencer a la ex mujer de Martinetti, que de momento se negaba totalmente.
Cuando todo parecía perdido, ocurrió lo inesperado.
La madre de la dependienta que era amenazada telepáticamente por el mentalista con pegarse un tiro, pidió entrar en los grandes almacenes. La policía accedió, la mujer decía tener una forma de despertar a su hija. La mujer se abrió paso decidida entre los policías hacia su hija, que seguía con la mirada perdida y con la pistola en la cabeza. Uno de los policías preguntó a la mujer: ¿qué va a hacer?, ella respondió: “Ahora lo verá.” Y llegó con paso firme frente a su hija, allí se paró, la miró fijamente, y con la mano derecha totalmente abierta le dio un bofetón en la cara que el sonido retumbó por todas las paredes del centro comercial. La chica se despertó de su estado y dijo con un imperceptible hilillo de voz “¿Qué ha pasado?”, miró la pistola que llevaba en la mano y, asustada la dejó caer en el suelo.
La policía pidió a la mujer que hiciese lo mismo con el negociador que continuaba hipnotizado y el negociador también despertó, el pobre.
El Gran Martinetti, abatido, se entregó a la policía y ahora se encuentra encerrado en la cárcel del condado. Pero parece ser que no cederá en su perversidad, ya que ha amenazado con convertir, con sus poderes, a todos los reclusos en asesinos psicópatas capaces de provocar un caos irremediable en la sociedad. Está por ver si la amenaza se cumple.

domingo, enero 22, 2006

Entre la ropa sucia.

Kaajani, Finlandia.
Los integrantes de un equipo de fútbol sala de la localidad finlandesa de Kaajani pasarán a disposición judicial en las próximas horas, en las que se hará formal la acusación por robo de restos arqueológicos.
Los deportistas fueron detenidos el pasado viernes en el aeropuerto de Helsinki a su vuelta de El Cairo, donde habían participado en el campeonato mundial B de clubes de fútbol sala.
A la hora de revisar el equipaje, los policías del puesto de aduanas, descubrieron en el interior de la bolsa del utillero del equipo, entre la ropa sucia de los jugadores, una serie de huesos humanos envueltos en gasas.
Los aduaneros sospecharon al ver unas gasas “tan sucias y cubiertas de polvo y arena”, según informaron a este corresponsal, e interrogaron al dueño de la bolsa.
Al preguntar al utillero sobre el contenido, éste se mostró tan sorprendido como el resto del equipo y declaró que no sabía de dónde salía todo aquello.
Intentó justificarse frente a la policía diciendo que con las prisas, al acabar el último partido, recogió a bulto el montón de ropa que habían dejado los jugadores en el suelo y lo metió en la bolsa sin fijarse demasiado, y que quizás entre todo aquello se pudo haber llevado algo sin querer.
El análisis forense que se hizo a los restos humanos dieron un resultado más desconcertante todavía, ya que dataron la antigüedad de los huesos en más de 3000 años.
Un miembro del consulado egipcio en Helsinki se desplazó a la comisaría del aeropuerto y al ver el contenido de la bolsa confirmó que aquellos huesos eran muy antiguos.
Al informar a Egipto del hecho, desde El Cairo se le notificó que habían desaparecido los restos funerarios de uno de los hijos, el primogénito, del faraón Ramsés II de su tumba en el Valle de los Reyes.Los restos pertenecían a Amun-her-Kephesef, primer hijo del faraón, que aparece en La Biblia como una de las víctimas de las diez plagas.
Un experto egípcio se desplazó desde El Cairo a Helsinki para identificar el cadáver. El experto confirmó la identidad del mismo. Era el hijo del faraón. “Tiene el mismo arco supraorbital que su padre” declaró el egipcio a la prensa, “tardaremos tiempo en quitarle el olor a sudor” se quejó posteriormente.
El fiscal que fué asignado al caso declaró que la identificación del cadáver descartaba la acusación de asesinato. El utillero, al ser informado de aquello, fruto de la tensión y los nervios, sufrió un leve ataque epiléptico y fue trasladado a un hospital de la capital.
Al ser preguntado el fiscal sobre el hecho de que toda la expedición del equipo continuase en dependencias policiales, y que no se les dejase libres con cargos o como meros testigos, el letrado contestó que al contener la bolsa la ropa deportiva de todos los jugadores, técnicamente se les podía considerar sospechosos.
A la espera de juicio, sigue siendo una incógnita la explicación de cómo llegaron los restos del hijo del faraón a la bolsa del utillero, que sigue proclamando su inocencia.

lunes, enero 16, 2006

La cabeza de la tenista.

Mons. Bélgica.
El pasado 5 de Enero se denunció a la policía local la desaparición del busto de Martina Navratilova que adornaba una de las plazas centrales de la ciudad de Mons. Plaza en la que confluyen dos avenidas peatonales muy transitadas en las que se concentra gran número de establecimientos comerciales.
La desaparición del busto, colocado sobre un pedestal de mármol en el centro de la plaza, concitó la curiosidad de numerosos ciudadanos que acudieron a comprobar que efectivamente el busto ya no estaba.
“¿Quién puede haberlo hecho?” era la pregunta que se hacían la mayoría de los congregados alrededor del pedestal descabezado, mientras otros encendían velas y las dejaban en el lugar donde días atrás continuaba la cabeza de la tenista.
Al día siguiente, en el pleno municipal, las formaciones de la oposición pidieron informes al consistorio al salir publicado en la prensa que el busto en cuestión no estaba fijado al pedestal ni con tornillos, ni con cemento.
El Concejal de Plazas y Parques, así como otros responsables directos, no pudieron mas que reconocer que un 60 % de los bustos de la ciudad no estaban sujetos por ningún sistema a sus respectivos pedestales.
El líder de la oposición municipal, pidió el cese o dimisión de los responsables.
La polémica subió de tono y calado cuando el partido de la oposición en bloque, utilizó la imagen de los bustos no atornillados para criticar la política del gobierno municipal, argumentando que no eran las únicas cosas que se dejaban sueltas en el ayuntamiento.
Otro informe posterior del Concejal de Plazas y Parques, firmado por un catedrático de física de la Universidad de Mons, afirmaba que el peso del busto era suficiente para mantenerlo fijo y estable en su lugar, y que “... la cantidad de Kilopondios de fuerza a aplicar para llevarse una figura de masa tal, sólo hacían que demostrar una intencionalidad delictiva.”
Muestra de que la polémica había trascendido del consistorio, y que la ciudadanía había tomado partido por una u otra postura, fue lo ocurrido en el gimnasio al que el líder de la oposición acude diariamente a nadar. Mientras el político estaba en la piscina, alguien entró en el vestuario donde había dejado la ropa y untó la suela de los zapatos con cola de impacto extra-fuerte y los fijó al suelo con fuerza.
Gobierno y oposición condenaron el hecho.
Mientras tanto, las investigaciones policiales comenzaban a dar frutos. Las cámaras de seguridad de un centro comercial cercano al busto robado, ofrecieron imágenes que llevaron la investigación hacia el domicilio de un chico 19 años que vivía con sus padres en las afueras de la ciudad.
El gamberro no tardó en confesar su culpabilidad y que con ayuda de un amigo, aún no identificado, enterraron el busto de la tenista en el jardín delantero de la casa de una anciana de 81 años al final de la calle.
La policía se dirigió hacia el domicilio de la anciana, y ésta, al ver que las fuerzas del orden llamaban a su puerta, decidió, aún no se sabe por qué, escapar saliendo por la ventana del segundo piso y deslizarse por la cañería exterior de uno de los laterales de la casa, con la mala suerte de caer desde una altura de unos cinco metros.
La mujer que se recupera en el hospital se ha negado a hacer declaraciones.
El busto ha vuelto a su lugar en la céntrica plaza de Mons y el consistorio ha decidido en el último pleno, atornillar todos los bustos de la ciudad.

El orden de las letras.

Port Noarlunga. Adelaide. Australia.
El pasado 25 de diciembre la tradicional comida de navidad que reúne anualmente a la familia Kornblut de Port Noarlunga, Adelaide, terminó en el hospital.
Todo comenzó cuando en un momento del ágape, la hija Corine, enfermera de 28 años, reconoció al padre de familia que desde hace dos, publica fotografías de ella desnuda en internet. Fue después de que el padre le preguntase al respecto de algunos rumores que se habían difundido en el vecindario. La joven enfermera no sólo confirmó si no que mostró su orgullo de ser una de las “amateurs” más seguidas por los internautas.
Parece ser que la hija, una pelirroja de pechos grandes y turgentes, es capaz de excitarse sexualmente sólo si sabe que su ansia exhibicionista se satisface previamente.
La confesión provocó el agrio reproche del padre, que no encontró más que el desprecio de la hija. El gesto enfureció tanto al padre que, sin razón aparente, pero decidido, se dirigió a su despacho y destrozó con un martillo el teclado del ordenador, para posteriormente tragarse tecla a tecla, dejando previamente a un lado la barra espaciadora, hasta llegar a 12 de ellas.
Los familiares, alarmados en un primer momento, no tardaron en reaccionar y sujetaron al padre de familia para evitar que continuase ingiriendo los números y otras teclas mayores.
En declaraciones a este corresponsal la esposa dijo que no era la primera vez que su marido tragaba objetos como muestra de ira y frustración.
Al instante, y tras quejarse de agudos dolores abdominales, el padre de familia fue trasladado a un centro médico.
La sorpresa e incredulidad fue mayor cuando el equipo de radiología del Hospital de Adelaide examinó las imágenes de rayos x y descubrió que un grupo de siete letras había quedado alineado entre el bolo alimenticio y la boca del estómago del hombre que ahora gritaba de dolor en la habitación de al lado.
Los doctores y enfermeras tanto de urgencias como de planta fueron pasando ante las radiografías y no podían salir de su asombro al ver aquellas siete teclas, seguidas una detrás de otra, con sus siete letras que formaban todas ellas la palabra: “ASTEROID” (asteroide en inglés).
¿Qué explicación tenía aquello? Se preguntaban los doctores.
Al día siguiente, los medios tanto locales como nacionales, informaron de aquella rara coincidencia.
Nadie podía explicarse aquello. ¡Que sorprendente casualidad!, decían unos y otros. Las explicaciones pasaron de lo raro a lo sobrenatural cuando el obispo católico de Adelaide, en una nota publicada en dos periódicos de la ciudad, afirmaba que aquello no podía ser más que una señal, ya que fue un asteroide, una estrella la que por esas fechas, más de dos mil años atrás señaló el nacimiento de Jesús en Belén.
El departamento de matemática descriptiva de la Universidad de Adelaide, sirviéndose del aparato digestivo de una vaca ha realizado un estudio, y ha establecido en 0,0001 % las posibilidades que las siete letras citadas se alineen en el orden exacto.
El hombre que ingirió las teclas fue operado y se recupera en su domicilio en Port Noarlunga que se ha convertido en lugar de peregrinación para algunos.
La hija, la enfermera Corine, ha recibido ofertas para crear una página web exclusiva de sus imágenes desnuda, que seguramente será objeto de “peregrinación” para otros.